El Ordenado
Amanece.
Voy a la cocina, lleno la pava con agua, hasta que siento el peso
acostumbrado. Prendo la hornalla con el chispero y preparo la
calabaza con la yerba mate. Salgo al patio y siento el calor del sol
sobre mi cara. Tropiezo. !Otra vez, cambiaron la silla de lugar!
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