Lo efímero

Verme genera suspiros. Llevo un traje negro con ribetes dorados. Dormí en bodega de roble, a una temperatura de sosiego. Retiran el corcho, acercan las copas de cristal. Suena el teléfono, alguien se sobresalta. Sólo escucho ¡Noooo! Y me transformo en miles de gotas moradas, perdidas sobre el blanco mantel.

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