BRUMA
Calles
de arena poceadas, por la necesidad del agua de fluir hacia el mar.
Bruma
ominosa que oculta los árboles silenciosos, que saben que mañana
seguirán reverdeciendo; que oculta la luna, que es casi llena, pero
esta noche no derramará su blancura, dejando a la lechuga crecer en
el anonimato; que oculta mi cuerpo, que por momentos será un
fantasma invisible, envolviendo el tiempo de mi vida y el de todos
los demás. Envuelvo ese tiempo en una bufanda, mientras
llego a casa. La
luz que se escapa a través de las cortinas, corta el hechizo.
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