CONÍFERAS
En
diferentes zonas costeras de la provincia de Buenos Aires, dónde el
rio de La Plata, se separa del mar y éste baña las playas de arena,
es común que continúen los médanos, que van cambiando de forma
según los peinen los vientos.
Para
fijar estos médanos y evitar el arrastre de la arena hacia campos
vecinos, se han realizado plantaciones de pinos, especie exótica, no
nativa, que se ha desarrollado muy bien, formando bosques, que con su
fronda cumplen este cometido. Hay más especies que se han adaptado:
árboles, arbustos y floraciones que viven en la arena con una mínima
capa de sustrato orgánico.
Hay un
pino de tronco recto, ancho, del que parten ramas no muy gruesas, que
se distribuyen alrededor, formando una estructura piramidal. Hoy
descubrí otra especie, de la que busqué el nombre: pino bungeana,
plantado en todo el perímetro de una plaza, cercana a mi casa, en el
que el tronco principal, permite que crezcan ramas, que se
transforman también en troncos a muy baja altura, es decir, se
forman horquetas. Los niños se trepan fácilmente, porque es un
espacio que consideran seguro.
Los pinos
pierden sus hojas, finas, amarronadas y se forma un colchón natural,
que no deja germinar otras especies. Lo que me llamó la atención
hoy, es que todos los huecos de las horquetas, estaban colonizados,
gracias al viento, por pinocha. Parecían pequeños pesebres para que
descansaran las almas de su trajín diario.
Comentarios
Publicar un comentario