HAY UNA CALLE
Hay una
calle, por la que no me animo a pasar, es una línea de un poema de
Borges. Realidad de muchos, realidad mía. Una calle donde existe la
casa, de ventanas protegidas por rejas negras por fuera y puntilla de
hilo por dentro, y allí vive ella.
Imagino
malvones, clavelinas y rosas. Un jazmín perfumado del que toma las
flores para estar acompañada.
Voltearé
la cara si aparece en la puerta. No sabría cómo explicarle. Sólo
me paro en la esquina. Levanto el cuello de mi camisa y acomodo mis
anteojos de sol. Es el amor, pero ella tiene una vida. En
rueda de amigos le sonrió a otro. Tendré que ocultarme, para no
ponerme en evidencia. Me
mostraré con poemas y seré feliz si llego a su alma con alguno.
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