FUEGOS
Fuegos
rojos de ocasos encendidos,
o
de vinos en toneles escondidos.
Fuegos
dorados de licor de limones,
o
de mañanas sorprendidas por aromos dulzones.
Fuegos
azules de resplandor de hogueras,
o
de lagos calmos al pie de arbóreas laderas.
Todos
me atraviesan, me recorren, me inmovilizan
cuando
en el vano de la puerta
tu
sonrisa te precede y
el aire se electrifica.
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