PÁRAMO
En una
zona elevada, rodeada a lo lejos por estribaciones de montañas, yace
un terreno yermo, con escasa vegetación, barrido por vientos que
ululan sus historias. Cada tanto un matorral, agarrado a la
superficie, espera unas gotas de niebla, arrastrada por corrientes de
aire de terrenos más bajos. Debajo de la escasa sombra de una piedra
opaca nació una brizna de verde brillante. El sol calienta la piedra
y el frio de la noche condensa la humedad.
Dejé que
entrara en mí, aquel silencio, silencio de sombras al atardecer, de
noches sin luna y otras con luna fría, esperando alguna mañana ver
crecer
el
brote y volver a amar
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