TARDE DE SETIEMBRE
Tarde opaca, desolada, ventosa.
Veredas húmedas, calles pringosas.
Una radio encendida, llenando las
oquedades
con ritmos de bandoneones.
Todavía no hay rosas, sólo malvones.
El frío agazapado junto a las
fisuras, con el viento canta.
Mi cuerpo se ovilla contra tus curvas,
mientras el café humeante lo espanta.
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